jueves, 1 de enero de 2015

Li Po compuso su último poema a orillas de la noche ---





Li Po compuso su último poema a orillas de la noche
Mientras la luna brillando en el agua lo espiaba
Un rato después murió queriendo abrazar su reflejo
Locamente enamorado del color de luz de su mirada

Su noble corazón de poeta latía embriagado de luna
Sediento de vino tibio y metáforas iluminadas
En silencio el lago se cubría con un manto de bruma
Tan sólo se oía el límpido rumor del agua calma

Y ebrio de deseo se arrojó a los brazos de su amada
Queriendo saciarse el alma ahogada en sed de palabras
Desde entonces lloran de pena los sauces en primavera
Por eso susurra el viento su último poema de madrugada


11 comentarios:

  1. Gracias, Marian. Se lo debo a las frutillas...

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  2. Benditas sean las frutillas, aunque embriaguen, o mejor dicho, benditas embriagueces...

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  3. Lo que equivale a decir que bendito es el fruto, sus jugos, aromas y sabores y deleites...

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  4. Un poeta que muere porque quiere abrazar el reflejo de la luna en el agua, como dicen que le ocurrió al borrachín de Li Po... Desde luego, "se non é vero, e ben trovatto".
    Este poema te lo fusilo.

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  5. Como con el asunto de los dragones, aunque jamás hayan existido, qué joder, la literatura está llena de ellos. Gracias, Juan.

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  6. Actualmente los dragones son de otra índole...

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  7. Entiendo a lo que aludes.

    Lo que me recuerda la dedicatoria de “One flew over the cuckoo's nest” de Ken Kesey (nada menos) a su amigo: “Dedicado a Vik Lovell quien, una vez que me probó la inexistencia de los dragones, me condujo a su guarida…”

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  8. Precioso poema donde mezclas la realidad con el sueño.

    Me ha encantado...

    Besos
    Ana

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  9. Gracias, Ana, recién te veo.

    Sí, la sueñalidad me tiene obsesionado.

    Abrazos y besos.

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